La Paz, Chuquisaca y más recientemente Santa Cruz optaron por declararse en emergencia ante la afectación que viene dejando la época de lluvias, con desborde de ríos e inundaciones. Por su parte, Oruro y Beni emitieron resoluciones de desastre departamental.
En Cochabamba también hay alarma, de acuerdo al informe brindado desde Defensa Civil, los municipios más afectados son: Puerto Villarroel, Shinahota y Chimoré.
La población sufre por la intransitabilidad de los caminos, la pérdida de cultivos y la afectación directa a las viviendas.
De acuerdo a un informe presentado por el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, 99 municipios de Bolivia están en estado de desastre por lluvias, mientras que otros 18 están en emergencia. Las persistentes lluvias hasta la fecha afectaron a 324.699 familias, destruyeron totalmente 708 viviendas y dejaron a 49 personas sin vida.
En Beni, seis municipios se declararon en desastre y la Gobernación ya no contaba con los recursos suficientes para asistir las emergencias, tomando en cuenta que los caminos, los cultivos y las familias requieren atención inmediata.
Ayer martes, la Gobernación Cruceña declaró emergencia departamental por los efectos de las riadas, inundaciones, vientos fuertes, derrumbes y deslizamientos.
Los daños más graves se han dado en San Julián, El Puente, Cuatro Cañadas, Okinawa, Cabezas y Pailón, seis municipios declarados en desastre, además, Yapacaní y Camiri están en emergencia.
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