Reabrir el caso Epstein: las claves de la gran rebelión republicana contra Trump

Pese a que en campaña prometió difundir los archivos del caso, hace escasos días dio por cerrado el asunto. Desde entonces, numerosas piezas clave del movimiento republicano se han pronunciado en contra de los deseos del presidente

17 jul. 2025 – 04:30 Act. 17 jul. 2025 – 08:0419

Son muchas las causas que conllevaron el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Tantas que exceden los límites de estas líneas. Pero, por mencionar una de ellas, estaba la promesa de que el republicano era el único capaz de combatir el Deep State, colocándose como un mesías en todas esas teorías de la conspiración que abundan en Estados Unidos. De esa manera, la narrativa del caso Epstein se convirtió en una piedra fundacional en algunos sectores del movimiento MAGA, como la prueba de una historia de élites pedófilas, encubrimientos institucionales y secretos inconfesables.

Si cuanto más cercano es uno más duele la traición, todos esos republicanos ven ahora como, su líder, Donald Trump, ha hecho lo mismo que tanto criticaban en otros. El pasado mes de febrero, la fiscal general, Pam Bondi, designada por el presidente, prometió abrir los archivos relativos del caso Epstein. Incluso afirmó que la famosa lista estaba «en su escritorio». Hace escasos días, el Departamento de Justicia decidió cerrar de manera definitiva el expediente del caso, negó la existencia de una lista de clientes y afirmó que la misteriosa muerte de Jeffrey Epstein en prisión en 2019 fue un sucidio. En otras palabras, clausurar el caso para siempre.

Desde entonces, guerra civil en las filas republicanas. Varias personas importantes del partido han clamado contra Bondi y, de forma creciente, contra el propio presidente. Steve Bannon, uno de los arquitectos originales del movimiento MAGA, pidió que se nombre un fiscal especial para investigar la red de Epstein. Kash Patel y Dan Bognino, director y subdirector del FBI, también han expresado su desacuerdo con el cierre del caso. Y ahora, Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes, uno de los hombres de más confianza de Trump, ha pedido la difusión de los archivos. «Estoy a favor de la transparencia», afirmó.

La fractura ya comenzó hace un mes cuando, en plena escalada de tensiones entre Trump y Elon Musk, el magnate aseguró que «Trump está en la lista de Epstein». Desde entonces, el presidente ha intentado tapar todas las habladurías del caso y restarle importancia cuando le ha preguntado la prensa, pero su esfuerzo ha sido en vano. La montaña de rumores, con políticos y ciudadanos de ambos bandos pidiendo que se publiquen los archivos, se ha convertido en una bola imposible de detener.

El mandatario ha intentado cerrar filas en torno a Bondi, a quien defendió con una publicación en su red social, Truth. «Están perdiendo el tiempo con ese creep (pervertido)», afirmó en referencia a Epstein, además de acusar a sus críticos de «hacerle el juego a los demócratas». Pero el daño ya estaba hecho.

Este mismo miércoles con otro mensaje en Truth, el mandatario volvió a la carga. «La nueva estafa de los demócratas se llama ahora ‘el Engaño de Jeffrey Epstein’ y mis antiguos seguidores han caído en esta ‘tontería’ por completo. No han aprendido la lección. Dejen que estos débiles sigan adelante y hagan el trabajo de los demócratas. Ni se les ocurra hablar de nuestro éxito increíble y sin precedentes, ¡porque ya no quiero su apoyo!», zanjó, desmarcándose de ellos como si ya no les necesitara. Pero les necesita, tanto para aprobar sus políticas —por ejemplo su megaproyecto de ley presupuestaria iba tan ajustado que necesitó el voto de desempate del vicepresidente—, como para cerrar filas de cara a las elecciones del año que viene, cuando se arriesga a perder el control de ambas cámaras.

¿Cuál era la relación entre Trump y Epstein?

Jeffrey Epstein fue un magnate financiero que se codeó entre las grandes élites y que, después de investigaciones de las autoridades, se descubrió que pagaba dinero a adolescentes para que realizaran actos sexuales. Una investigación del FBI y la policía de Florida condujo a su acusación formal en 2006. Dos años después, se declaró culpable en un tribunal estatal de dos delitos graves, incluyendo prostitución a una menor, en un acuerdo que le permitió evitar cargos federales que podrían haberle acarreado una pena de prisión mucho mayor.

En 2019, fue arrestado de nuevo por agentes federales en el área de Nueva York, acusado de traficar con decenas de niñas, algunas de tan solo 14 años, y de participar en actos sexuales con ellas. Se ahorcó en su celda mientras esperaba el juicio, aunque esa muerte también ha destapado multitud de teorías.

¿Cuál era su relación con Trump? En una entrevista de 2002 con la revista New York, el presidente calificó a Epstein de «un tipo estupendo» a quien conocía desde hacía 15 años. «Incluso se dice que le gustan las mujeres guapas tanto como a mí, y muchas de ellas son jóvenes», añadió. Más allá de eso, existen pocos registros públicos de la interacción entre ambos después de una batalla inmobiliaria que mantuvieron en 2004.

Con la publicación de los archivos, se podría descubrir mucho más de la relación entre ambos, aunque no sería suficiente para incriminar al presidente. Sin embargo, mientras Trump insiste en quitarle hierro al asunto —«¿Por qué siguen hablando de él? No entiendo cuál es el interés y la fascinación. Se ha dado información fidedigna. Es un tema sórdido, pero bastante aburrido», expresó el otro día en la Casa Blanca—, las teorías no paran de aumentar. ¿Por qué no quiere publicar ahora las listas Trump? ¿Qué hay en ellas que le llevan a faltar a lo que prometió en campaña? Lo que sus críticos le echan en cara es que su silencio atronador ha generado un efecto Streisand que clama a voces lo mismo, una y otra vez.