Julia Roberts se llevó el Oscar a la mejor actriz por su interpretación de Erin Brockovich
04/05/2025 Actualizada 04:301
La historia real de Erin Brockovich, la feroz defensora del medio ambiente que desafió a gigantes corporativos, sigue siendo un tema candente, incluso 25 años después del estreno de la película. Aunque Julia Roberts ganó el Oscar a la mejor actriz por su interpretación, la relación entre la verdadera protagonista y su retrato en la pantalla no fue precisamente de cuento de hadas. Mientras que algunos aspectos de la conexión entre ellas resultan casi cómicos, otros son bastante incómodos. Y es que, aunque parecería un sueño ser interpretada por una actriz de la talla de Roberts, la propia Erin no estaba del todo encantada con la idea.
¿Quién no querría que la estrella de Pretty Woman se pusiera en su piel? Sin embargo, al parecer, Erin Brockovich no lo tenía tan claro. La verdadera Erin, una madre soltera que consigue empleo en un pequeño despacho de abogados, tiene un estilo único y audaz. Aunque sus comienzos no fueron fáciles debido a su carácter poco convencional, todo cambió cuando decidió investigar un extraño caso de enfermedades entre unos clientes. Tras descubrir la verdad sobre el agua contaminada que una empresa intentaba ocultar, esta valiente madre luchó por conseguir justicia para la comunidad. A primera vista, este papel parecía hecho a medida para Julia Roberts, una de las actrices más talentosas de su generación.
Si bien la vida de Erin Brockovich fue y es impresionante, la verdadera defensora del medio ambiente también tenía un físico que no pasaba desapercibido. Con una figura exuberante, era conocida por sus escotes prominentes, sus sujetadores push-up con estampado de leopardo y unos tacones de aguja que bien podrían haber sido más adecuados para una pasarela que para una sala de juntas. Y lo mejor de todo: no le importaba lo que los demás pensaran, lo que la hacía aún más auténtica. Cuando se trataba de dar vida a un personaje, la regla era clara: la actriz debía parecerse lo más posible al original. Pero, claro, ¿hasta qué punto? La realidad superó la ficción cuando, al asistir al pase de la película, la activista original se quejó solo de un detalle: «Lo único que no es preciso es que las faldas no son lo suficientemente cortas», le dijo al director Steven Soderbergh.
Mientras tanto, la autodidacta no estaba completamente convencida con la elección de Julia Roberts para interpretar su biografía. La Erin Brockovich real consideraba que Goldie Hawn habría sido una opción más adecuada para el personaje por su estilo alocado y extravagante. Además, nunca pensó que alguien de la talla de Julia Roberts, con su estatus y elegancia, aceptaría un papel tan osado y fuera de lo común como el suyo.
Julia Roberts también tenía sus dudas
Aunque Julia Roberts se llevó el Oscar por su interpretación en esta película, no fue fácil para ella acostumbrarse a los estilismos tan atrevidos del personaje. A pesar de que otro vestuario icónico, el de Pretty Woman, la catapultó a la fama, tuvo que hacer un esfuerzo para adaptarse a los escotes y tacones de su nueva protagonista. En una entrevista con Entertainment Weekly, la actriz bromeó: «Yo tengo cosas en mi armario que llamaría vestidos, pero Erin tiene cosas que llamaría ‘vestis’. Y el ‘dos’ final, esa parte que suele cubrir tu culo, es lo que falta». Eso sí, el resultado fue una interpretación tan audaz como inolvidable.
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