El París Saint-Germain avanzó a las semifinales de la Champions League, y gran parte del mérito fue de Gianluigi Donnarumma. El arquero italiano, ya determinante en el partido de ida, volvió a ser el salvador del equipo de Luis Enrique en una noche de altibajos frente al Aston Villa. Aunque el marcador terminó 3-2 a favor de los ingleses, no fue suficiente para dar vuelta la serie, dejando en evidencia que el PSG aún depende demasiado de su portero.
El encuentro comenzó con un error simbólico: en Villa Park sonó el himno de la Europa League en lugar del de Champions. Un presagio de lo que vendría: un PSG inconsistente, pero rescatado una y otra vez por Donnarumma.
Los franceses arrancaron con ventaja. Barcola dominó por la banda derecha y generó el primer gol, culminado por Hakimi tras un fallo de Emiliano Martínez. Poco después, Nuno Mendes amplió la diferencia con un remate preciso al segundo palo. Con un global de 1-5, todo parecía decidido.
Sin embargo, el Aston Villa reaccionó. Tielemans descontó con un remate desviado que sorprendió a Donnarumma, y el equipo local ganó confianza. McGinn lideró el ataque, Rashford anotó el empate parcial con un disparo con desvío, y Konsa completó la remontada momentánea con el 3-2.
En los momentos críticos, el guardameta italiano volvió a brillar. Detuvo un remate potente de Tielemans y luego frustró a Asensio en un mano a mano. Como en ocasiones anteriores, su actuación fue decisiva para evitar el colapso.
El Villa, ya sin sus figuras clave en el cierre, perdió fuelle en los minutos finales. El PSG tuvo chances para liquidar el partido, pero Martínez respondió con buenas intervenciones. El último susto llegó con un remate de volea que Pacho despejó en la línea.
Con más sufrimiento del esperado, el PSG selló su pase a semifinales. Ahora, Luis Enrique aguarda al ganador del duelo entre Arsenal y Real Madrid.
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