Avasallamientos y quemas ponen en riesgo todo el ecosistema

La denuncia realizada por Industria Forestal Cimal, sobre la toma ilegal del área Marabol por parte de interculturales, derivó en la creación de una comisión integrada por la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT), militares del Batallón Montes de San José y representantes de la industria, quienes inspeccionaron un predio de más de 75.000 hectáreas y comprobaron desmontes y quemas en al menos 700 hectáreas.

La comitiva no encontró a los avasalladores, porque abandonaron antes el lugar, pero constataron la destrucción ambiental: el bosque fue talado, se levantaron precarias chozas y había un pozo de agua. Además, se detectaron cultivos de frejol y cítricos en plena zona de manejo forestal.

Denuncian que campesinos interculturales se organizan en comunidades sin cumplir los procedimientos, chaquean, talan árboles y prenden fuego para abrir paso a la agricultura, poniendo en riesgo la biodiversidad y el equilibrio ecológico.

El representante de la Industria Forestal Cimal, Pablo Gil, alertó sobre el grave impacto que esta actividad ilegal provoca en los ecosistemas. “La deforestación y las quemas no solo destruyen el bosque, sino que también afectan directamente al recurso hídrico y a todo el sistema natural que depende de él”, dijo

Desde hace más de 50 años, Cimal trabaja en la zona con planes de manejo forestal sostenible aprobados por la ABT. “Nuestro trabajo está basado en la conservación, el reordenamiento y el aprovechamiento sostenible del bosque”, destacó Gil.

Por su parte, la diputada de Creemos, María René Álvarez, advirtió que se alistan medidas cautelares para hacer respetar el bosque de la Chiquitania ante el Tribunal Agroambiental.