Nepal: violentas protestas incendiaron el Parlamento, provocaron la renuncia del Primer Ministro y el linchamiento de otras autoridades.

Nepal atraviesa una crisis política y social, la más intensas en décadas. Las protestas letales, encabezadas por miles de jóvenes en Katmandú, se desataron tras la represión policial que dejó al menos 22 muertos y cientos de heridos. 

El detonante para el caos fue la decisión del gobierno de bloquear el acceso a 26 plataformas de redes sociales por presunto incumplimiento de las regulaciones gubernamentales, entre ellas Facebook, Instagram, WhatsApp, YouTube y X. La medida fue criticada por organismos de derechos humanos y encendió el enojo de miles de jóvenes que ya denunciaban corrupción en su gobierno.

La población mostraba descontento hacia una élite política acusada de mal gobierno y nepotismo. “Si bien el principal detonante de la protesta fue la reciente prohibición de las redes sociales, la larga historia de corrupción y mal gobierno es la principal razón por la que miles de personas han salido a las calles”, dijo un manifestante a CNN.

Este martes, el primer ministro K.P. Sharma Oli presentó su renuncia al cargo con efecto inmediato e hizo un llamado a “cooperar para resolver pacíficamente la difícil situación del país”.

La renuncia se produce un día después de que las fuerzas gubernamentales abrieran fuego contra los manifestantes en medio de enfrentamientos callejeros que dejaron un saldo inicial de 19 personas muertas, a las que se suman otras tres fallecidas este martes, según informó el Hospital de Servicio Civil de Nepal.

Miles de manifestantes irrumpieron en el edificio del Parlamento y le prendieron fuego, al tiempo que pintaron grafitis y mensajes anticorrupción en el exterior del edificio.

También prendieron fuego a otros edificios gubernamentales, como la oficina y la residencia del primer ministro, y la sede del Tribunal Supremo.

Las fuerzas de seguridad dispararon gases lacrimógenos y cañones de agua mientras los manifestantes escalaban los muros del edificio del Parlamento y otros complejos oficiales.

Uno de los episodios más trágicos se produjo en el domicilio del exprimer ministro Jhalanath Khanal, referente histórico del Partido Comunista de Nepal (UML). La residencia familiar, ubicada en el barrio de Dallu, en Katmandú, fue incendiada por una multitud que atacó la vivienda. Dentro de la casa se encontraba su esposa, Rajyalaxmi Chitrakar, quien quedó atrapada por las llamas.

Según AP y The Wall Street Journal, la magnitud de los daños llevó a que las fuerzas armadas tuvieran que evacuar en helicóptero a ministros y jueces, en escenas que evocaron un colapso de la autoridad estatal. La prensa local describió el momento como el peor estallido de violencia desde la abolición de la monarquía en 2008.